Un tanque hidroneumático es imperativo para el buen funcionamiento de un sistema automatizado de agua por diferentes razones:
El tanque almacena una reserva de agua bajo presión por lo que el ciclo de encendido y apagado de la bomba no es tan recurrente, ayudándonos en el ahorro de electricidad ya que se requiere más energía para el arranque que para mantener el equipo en operación.
Reducir el número de arranques alarga la vida de la electrobomba al evitar su desgaste.
En ocasiones se necesita agua más rápido de lo que la electrobomba puede proveerla, por lo que el tanque puede actuar como reserva.
¿DE QUÉ MANERA FUNCIONA?
Una de las características conocidas del gas es su compresión o habilidad de disminuir su volumen dentro de espacios pequeños al aplicar presión.
Por lo tanto, si comprimimos el aire en un tanque, se crea el efecto de un “resorte” que provee un rango de presión de la cual puede proporcionar una cantidad de agua para ser usada.
En el siguiente diagrama, cubrimos 3 fases en su funcionamiento:
A. Dentro del tanque existe un diafragma de caucho que separa el aire del agua. El agua es contenida en una “poly-pro liner” y nunca toca las paredes del tanque.
B. Cuando el agua entra, comienza a “presurizar” el aire contenido y al alcanzar 50 PSI de presión, la bomba se detiene ya que la presión del tanque también es 50 PSI.
C. Cuando se abre una llave, la presión del aire obliga la salida del agua desde el tanque. Cuando el aire del tanque baja a 30 PSI, la bomba arranca para reemplazar esta agua.